Cuando investigas por la web en proyecto de adquirir o informarte por algún bien o servicio de tu interés: ¿Qué es lo que captura más fácilmente tu atención?, ¿Qué buscas?, ¿A qué aspectos no resignarías?
Proponernos como consumidores es una muy buena forma para empezar a pensar cuál es la mejor manera de presentar los productos de una web porque se diagramaría teniendo en la perspectiva el
research que haga un consumidor real.
En primer lugar pensemos en la
presentación del producto. Durante mucho tiempo se ha desmerecido la importante dimensión que tienen las
fotografías para la venta de un producto web. Hoy sabemos que es prácticamente determinante la calidad de las imágenes que representen el producto y ahora veremos por qué.
Si tú transitas por un paseo de compras y encuentras una vidriera deslucida, oscura y sin definición para que veas los productos que en ella se exponen, ¿detendrás tu mirada en ella o irás en la búsqueda de un comercio que, con alta definición, te presente sus objetos de venta accesibles y atractivos a la vista? Sin duda que la segunda opción es la que nos atraparía a la mayoría de los consumidores y ello, en el diseño web, no constituye un problema menor.
Las
fotografías que den cuenta de productos, servicios, ambientes y demás propuestas factibles de ser transmitidas a través de la web tienen que reflejar lo más fielmente posible aquello que representan. La virtualidad trae aparejados muchos beneficios y muchas desventajas. Uno de los factores que puede tener en contra es la falta de tangibilidad de los productos y, por consiguiente, la fiabilidad que de ellos tengamos. Establecerse con
credibilidad en la web es uno de los proyectos que cualquier empresa que busque instalarse a través del e commerce tiene que buscar.
¿Cómo lograr que las fotos representen los productos o servicios que se ofrecen en la web?
En primer lugar tiene que
imperar una correspondencia entre lo que se ofrece y lo que se muestra. Invertir en imágenes originales y cómplices de una realidad es determinante para que la web se instale con credibilidad y confianza para sus consumidores.
En segundo lugar, deben disponerse de una
manera atractiva, de
fácil cargado y
visibles aún en formato pequeño. La accesibilidad es otra de las marcas determinantes para hacer relevante una web de esta generación.
En tercer y último lugar podríamos decir que las buenas imágenes son las que finalmente
capturan y permanecen en la memoria.
Pensemos nuevamente nuestras páginas web como partes integrantes de un paseo de compras. ¿Qué quisiéramos lograr con ellas? Que los visitantes permanezcan, conozcan, vean, visiten, se deslumbren, recomienden, hasta opinen y que, finalmente se convenzan de lo importante o necesario de la adquisición del producto o servicio que allí se promociona.
¡Con
buenas fotografías, claras, sinceras, expresivas y accesibles tienes asegurado el cincuenta por ciento de aquellas acciones y metas logradas!
