Le reto una lectura rápida, chico, respetuoso de los signos de puntuación. Ahí viene, 3, 2, 1...
¿Quién dijo que los conejos son más grandes que los pingüinos? Exacto, Bugs Bunny. Jo, algo ridículo, ¿o no? ¿Pero qué tiene que ver Bugs Bunny? ¿Usted pide creatividad?, ahí va, la creatividad es como una catástrofe de colores mezclándose entre sí o un buen enredo de palabras. Tengo experiencia, como poesía diría, que pica la pila para enamorar como las rosas de los ochenta.
¡Beep! ¡Beep! Ahí viene "300", ¿conoces?, digo, la película.
―¿Lo ves, amigo, he traído más soldados que tú? ―Se burló el Rey Leónidas, espartano que no a dedicado su vida sino solo a ver manchas de sangre, por esto, eran los más temidos, repito, los más temidos guerreros de su tiempo, en su gran época.
Mi oficio, la escritura, que la llevo como a un hijo nacido de la pasión, al leer; al comer canchitas mientras Jack está hecho todo un cadáver y Rose... lástima; al sentir una locura como si viviera un cine. Me refugio, incluso, entre los brazos del vanguardismo, que lo común no es lo mío, amigo. Encajar entre la multitud no es para mí.
Tú verás, entonces, si contratar a un escritor de los pelos hasta los pies incluyendo las pesuñas, u otro que tenga uno que otro oficio.
Ahora, sin temor a decir que los conejos son más grandes que los pingüinos, me limito a escribir para ti, si serio, amargo, o a limonada. Adiós, que tenga un bendito día.
No te decepcionaré, estaré ahí para ti.
Jackie Vi.